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Sunday, September 18, 2011

WALDEN DOS











Burrhus F. Skinner, padre de la psicología moderna, publicó su única novela “Walden 2” en 1948, después de la 2ª guerra mundial y la inició, como precisa en su prólogo de 1976, en el verano de 1945.

Más compleja de lo que aparenta, una de sus cuestiones no explicadas explícitamente es el por qué de la relación entre el “Walden 2” teorizado en la misma y el pensamiento y la vida de Thoreau:

“-¿Pensabas en otros Waldens cuando comenzaste éste?

-Pregunté

-Solo en Walden Uno. Elegimos el nombre en honor del experimento de Thoreau, que fue, en muchos aspectos, parecido al nuestro. Fue el experimento de un sistema de vida, y nació de una doctrina sobre las relaciones del Estado parecida a la nuestra. Este nombre presenta algunas ambigüedades, que encontramos divertidas por prestarse a un juego de palabras. El de Thoreau no solo fue el primero de los Waldens, sino que también fue un experimento con una vida; pero se descuidaron los problemas sociales. Nosotros hemos querido crear un Walden para dos.

(...)

“Ahora bien-continuó Frazier ávidamente-, si está en nuestras manos crear cualquier situación que sea agradable a una persona, o eliminar cualquier situación que la desagrade, podemos controlar su conducta. Si queremos que una persona se comporte de una manera determinada, nos bastará con crear una situación que le agrade, o con eliminar una situación que le desagrade. Como resultado, aumentará la probabilidad de que se comporte de la misma forma en el futuro. Y esto es precisamente lo que queremos. Técnicamente, se llama “refuerzo positivo”.La vieja escuela cometió el increíble error de suponer que lo contrario era lo correcto, que eliminando una situación de agrado de la persona o creando una situación desagradable, en otras palabras, castigándolo, era posible reducir la probabilidad de que se comportara de la misma forma en el futuro. Esto, sencillamente, no es verdad. Ha sido demostrado sin lugar a dudas. Lo que está surgiendo en este crítico momento de evolución de la sociedad es una tecnología conductista y cultural basada únicamente en el refuerzo positivo.

(…)

¿Qué es el amor-dijo encogiéndose de hombros-sino un sinónimo del refuerzo positivo?

-O viceversa-dije

(…)

Con un súbito impulso, saqué el Walden, y lo abrí por la última página. Siempre había opinado que el último párrafo era un error. Su aparente misticismo y su oscuridad eran contarios al espíritu del libro y sobre todo al de un partidario de Thoreau. Pero ahora sabía que podía comprender hasta la última sílaba, y mientras andaba leí con excitación febril:

“No digo que John o Jonathan se de cuenta de todo; ese es el carácter de una aurora que nunca conoceremos por el simple discurrir del tiempo. La luz que nos ciega es para nosotros oscuridad. Sólo amanece el día en que estamos despiertos. Aún quedan días por amanecer. El sol no es sino una estrella del alba”

Una de las claves de “Walden 2” está en su final y en la obra teórica posterior “Beyond freedom and dignity”.

La resultante del “refuerzo positivo” individual de la “mayoría” puede llegar a ser incompatible con el poder social concentrado en pocas manos. En ese caso, éste solo puede “reforzar positivamente” con el reclamo del poder a un número cada vez menor de individuos. El castigo para los demás es su pérdida. El resultado no solo puede ser el permanente y agotador conflicto en torno al “refuerzo positivo” del poder, sino la renuncia a la inteligencia cooperativa y su penalización social. Pero, en cualquier situación dada, el “refuerzo positivo” de la mayoría es, por definición, compatible con el poder. Si no, éste no existiría como tal. Y si no lo fuera, tal contradicción solo puede dar lugar a la creación de un nuevo equilibrio.La ciencia puede opinar pero no puede "decidir" este dilema.

Fundación B.F. SKINNER

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