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Saturday, October 30, 2010

DIARIO 22 DE MARZO DE 1842















DIARIO 22 DE MARZO DE 1842

Martes. Nada puede ser más útil a un hombre que la determinación a no verse apresurado. Yo no he tenido éxito si tengo un antagonista que fracasa. Debe ser el éxito de la humanidad. Yo no puedo pensar ni pronunciar mi pensamiento a menos que tenga infinito espacio. La bóveda celeste no es demasiado alta, el mar no es demasiado profundo, para aquel que despliegue un pensamiento grande. Me debe alimentar a mí, y me debe calentar y vestir. Debe ser un entretenimiento al que es invitada mi naturaleza entera. Debo saber que los dioses serán mis huéspedes compañeros. No podemos hacerlo bien sin todos nuestros vicios, ellos son la carretera de nuestra virtud.
HDT
(traducción Guillermo Ruiz)

DIARIO 22 DE MARZO DE 1842

Sunday, October 24, 2010

DIARIO 20 DE FEBRERO DE 1859

DIARIO 20 DE FEBRERO DE 1859

En la redacción, el mayor arte es encontrar, tan rápido como sea posible, cuáles son los mejores pasajes que haS escrito, y suprimir el resto para llegar hasta ellos. Incluso las parte más pobres serán más efectivas cuando sirven a las mejores, como pórticos de las columnas.

¡ Cuánto vive y soporta el escritor para llegar hasta el público tan a menudo!.Unos pocos años o libros son para él equivalentes a una larga vida de experiencia, sufrimiento, etc. Está bien si él no resulta sobreexplotado. El aprende cómo sobrellevar el desprecio y a infravalorarse. El hace, de alguna forma, exámenes post-mortem de sí mismo antes de morir. Así es el arte.

P.M. La lluvia cesa y aclara a las 5 P.M..Hay un cálido viento del oeste y una destacable suavidad en el cielo, como algodón; quizás una condensación que permanece allí.¡Qué revelación los tintes azules y brillantes de nuevo en el oeste, después de la tormenta y la oscuridad!.¡Es la apertura de las ventanas del cielo después del diluvio!.

HDT

Saturday, October 23, 2010

DIARIO 2 DE ABRIL DE 2010




“Fortunatus et ille deos qui novit agrestes”
(Virgilio)

“Senemque Caius nivibus”

(Marcial)


MONCAYO O SAN MIGUEL

Viernes Santo, 2 de Abril de 2010

He recogido a mi amigo en el Polígono Industrial de Soria a las 8.45. Antes me he despertado muy temprano, he preparado un desayuno ligero y he sacado a mi perro, que hoy no nos acompañará. Está noche ha helado. Vierto agua caliente sobre el parabrisas. El termómetro del coche marca 1º C.

Subiremos al Moncayo desde su vertiente al Ebro. Antes lo hemos hecho por su otra cuenca.
Esta última -y la más alta (2.314,3 m)- prolongación del cordal ibérico es divisoria geográfica antes que administrativa.

La otra ruta parte de Cuevas de Agreda. Es una aproximación muy prolongada por el valle que solo poco a poco gana altura.

Para seguir la ruta de hoy iremos primero a Agreda desde Soria, por la N-122.Como nos conocemos hace mucho tiempo, la conversación surge fácil y se mantiene animada. Paramos en Agreda, cerca de la plaza. Recorremos la Avenida de la Virgen de los Milagros y compramos pan. Mi amigo toma un café con churros en una cafetería de la plaza.

Aunque está convenientemente indicada nos confundimos al tomar la dirección de Vozmediano. Finalmente, ya en la ruta, pasamos por el convento de Sor María Jesús de Agreda, situado a la izquierda y a la salida del pueblo. Hay algunas nubes, pero parece que el día no será malo.

Al poco rato, subiendo, las indicaciones anuncian ya el Monasterio de la Virgen del Moncayo. Llegamos al centro de interpretación de Agramonte y seguimos, contemplando los hayedos a cada lado de la carretera. Después de pasar de largo todos los aparcamientos, incluido el de Fuente los Frailes, llegamos al de Haya Seca, en el que hay ya bastantes vehículos. Allí aparcamos nuestro vehículo y nos preparamos. El termo de mi amigo se ha derramado y ha mojado casi toda su ropa de montaña.

La temperatura es buena, no hace aire y el sol nos acompaña. Nos equipamos demasiado ligeramente. Dejo mi última prenda de amigo en el coche, juzgando erróneamente que no me hará falta más tarde.

Caminamos, pisando ya la pista forestal y la mañana amiga, hasta el Santuario. Hay bastantes grupos con la misma ruta y todos caminan alegres. Sí, “bai”, se escucha decir a alguien que sale de una roulot aparcada. El Santuario está al final de la pista, resguardado por unos murallones rocosos.

A la izquierda, hay una indicación a la Ermita y Fuente de San Gaudioso, que no seguimos porque nuestra peregrinación es hoy hacia el Moncayo.

Tomamos el camino indicado que sale, a la derecha, del Santuario. Un cartel informa que esta senda se abrió con ocasión del eclipse de 1860, aunque seguramente existía con anterioridad, utilizada por las gentes del campo.

La senda discurre entre pinos y algún abeto. El suelo está nevado y en las umbrías helado. Algunos que nos preceden, mejor preparados, se ayudan con bastones. Nos cruzamos con una chica joven, muy abrigada, que ya desciende-todavía no son las 11 de la mañana-.¿No exagera?. Sabré más tarde que la juzgo equivocadamente. Se oye cantar a los pájaros en el pinar, pero no soy capaz de identificarlos. El aire parece que transmite una facilidad propia del deseo que anticipa, confiadamente, su logro. El suelo helado de la senda que asciende en zigzag es, de momento, el único obstáculo que se hace notar.

Después de un buen rato caminando sin mucho esfuerzo, la senda nos deja frente al circo del “Cucharón” y la cumbre del Moncayo. La nieve es muy abundante en el circo y en la cumbre. Las nubes circulan rápidamente en la altura. Ante nosotros, el entorno glaciar muestra el atractivo alpino de la acción concertada de los elementos. El fuego solar, el agua nívea y el viento.

Este último, hasta ahora oculto, nos desarbola inmisericorde cuando nos asomamos al circo. Sopla del Norte, helado y fuerte. Como si fuera a mellarnos. Por primera vez tenemos que corregir nuestra indumentaria. Añado el cortavientos de la mochila y un gorro. Después de la maniobra me siento torpe por confiado. Mi amigo se prepara mejor, aunque olvida sus gafas de sol y luego debe descender a por ellas.

Algunos se dirigen directamente a la cumbre por el circo, con pendiente pronunciada de nieve y hielo de al menos 300 metros.

Nosotros, con el resto, vamos por el sendero en zigzag que, a la izquierda, alterna los cantos y la nieve helada. Hemos recibido el aviso de que hoy tiene su precio de viento y frío, invernales en medio de la primavera. La luz reflejada de la cumbre y de la cuerda hasta la misma, a ratos ocultas por las nubes, también es invernal. Siento flato por no haber respirado bien y dudo acerca de si no será mucho peor a más altura.

Después, en medio del viento frío que hace que me lloren los ojos, se va instalando, poco a poco, la tranquilidad de ir repitiendo los pasos debidos. A veces buscando evitar la nieve helada del camino. Ya bajan algunos que han hecho cumbre y se repite la imagen de la indumentaria plenamente invernal. Mi amigo va por delante.

A mitad del camino de pendiente muy pronunciada, otra vez tenemos que cambiar nuestra indumentaria. Ya no podemos retrasar mas calzarnos nuestros crampones. Aprovecho para añadir también un pantalón más grueso a mi fina malla. El piolet lo uso para ayudarme desde el principio del circo.

Mi única aprensión ahora son las nubes que a intervalos ocultan, a la derecha, nuestra ruta a la cumbre y la visión de ésta.

Algunos se dan la vuelta después de haber intentado progresar sin crampones. Uno meritoriamente desciende, prácticamente sin ningún equipamiento adecuado y con un perro boxer atado.

Llegamos al punto donde un letrero advierte, oportunamente, que en condiciones de nieve hay peligro de “desprendimiento” y salida “libre” al vacío. Salvo por las nubes, y a pesar del viento helado, no nos preocupamos. Nuestros crampones muerden sin problema la nieve helada.

La pendiente se hace más pronunciada hasta alcanzar una arista nevada por la que se accede al cordal sobre el circo del “Cucharón”.Es una pequeña pared de nieve de poca altura que está en buenas condiciones. La atravesamos con poca dificultad.

Ahora estamos en la antecima, con una vista plenamente invernal, y completamente blanca, de nieve helada sobre la silla de la cumbre de la montaña.

La figura de los que nos preceden se ve diminuta a lo lejos y, algunas veces, desparece velada por las nubes, pero ya no presentimos dificultad hasta la cumbre. Ascendemos confiadamente. Tomo fotografías. Solo el viento helado pone una nota ligeramente discordante en algo que en su ausencia sería plenamente placentero. La temperatura es baja y mis dedos se entumecen bajo mis finos guantes de lana. Tengo otros más gruesos en la mochila pero por alguna razón prefiero sentir el frío. El viento nos acompaña hasta la cumbre. Allí coincidimos con una pareja y nos intercambiamos tomando fotografías.

La bajada no será problema porque el cielo se despeja de nubes, aunque el viento helado no cesa.

Los pensamientos de cumbre son ligeros y tenues. La facilidad es su compañera: se asciende para ser más ligero y se desciende por la ligereza alcanzada. Es una transmutación extraña. A veces la ligereza se resiste y quiere demorarse en su estado, pero finalmente debe pasar otra vez la prueba de su pérdida a medida que descendemos ¿Otra trasformación idéntica de la vida que fluye a la intemperie?. ¿Un recuerdo de todo equilibrio recuperado?. ¿Un acicate para renovar con alegría aquello que siga siendo necesario?. Desafíos, puede, pero multiformes, tan variados como el paisaje y con su misma continuidad y ausencia de violencia. El primer paso depende del último, es una recreación suya.

Bajamos más lentos que nuestros compañeros de cumbre. Destrepamos de espalda al valle la arista de ascenso. Allí nos cruzamos con otros que ascienden. Aunque todavía debemos seguir descendiendo con cuidado, lo principal de nuestra jornada llega a su fin.

Más abajo, después de fotografiar los pinos helados y la depresión del Ebro, comeremos algo por primera vez bajo el cielo del Moncayo. Todavía veremos a quienes descienden por el circo del “Cucharón”. Una imagen bella.

Como las otras que recordaremos, más tarde, cuando veamos brotar al Queiles en el manadero de Vozmediano. Como este agua manarán también nuestros recuerdos, fuente, como dice el poeta, de la rica vena del Moncayo. La montaña, donde todo es fuente. La montaña de la que también siguen brotando estas palabras, más lejanas, pero no tanto como las de Virgilio y Marcial: “¡Hablas de misterios! ¡Piensa acerca de nuestra vida en la naturaleza,-diariamente para estar expuestos a la materia, para entrar en contacto con ella-, rocas, árboles, viento en nuestras mejillas! ¡La sólida tierra! ¡El mundo actual! ¡El sentido común!”.

Guillermo G. Ruiz Zapatero
(Dedicado a E.R.P, amigo y compañero en el Moncayo el 2 de Abril de 2010)

Sunday, October 17, 2010

DIARIO 17 DE OCTUBRE DE 1857

Diario 17 de Octubre de 1857

PM A Clintonia Swamp

Brillantes bellotas blancoparduzcas de roble cubren gruesamente el suelo, muchas de ellas brotadas. ¡Qué pronto han brotado!. Encuentro algunas bastante comestibles, pero ellas también, como las manzanas, requieren un apetito propio de la intemperie. No les encuentro su gusto cuando trato de comerlas en la casa.¿No es el apetito propio de la intemperie aquel por el que debemos rezar?.

HDT

Saturday, October 16, 2010

DIARIO 11 DE NOVIEMBRE DE 1850












DIARIO 11 DE NOVIEMBRE DE 1850

Ahora es la temporada de las manzanas salvajes. Las recojo como fruta nativa y salvaje de esta parcela de tierra, fruto de los árboles viejos que han estado muriendo desde que yo fui un niño y que todavía no están muertos. De la apariencia del árbol no esperaría que nada distinto de líquenes cayera de él, pero debajo tu fe es recompensada al encontrar el suelo rociado con fruta vigorosa. Frecuentado solo por el leñador, abandonado ahora por el granjero, que no tiene fe suficiente para mirar bajo las ramas. Comida para caminantes. Algunas veces tienen el interior rojo, perfundido con un bello tinte, comida encantada, demasiado bella para ser devorada-manzana del cielo de la tarde, de las Hespérides.

Esta tarde oigo cantar a un grillo solitario, gorjeando en un bancal. El único que he oído hace mucho. Como una ardilla o un pequeño pájaro, claro y cortante- imaginado por mí como un petirrojo de la tarde, cantando en esta tarde del año. Una melodía fina y poética para tal pequeño cantor. Nunca antes oí al grillo tan próximo al sonido de un pájaro. Es una nota destacable. La canción de la tierra.

Aquella delicada, ondulante y aérea hierba seca que vi ayer debe ser recordada con el otoño-las hierbas secas no están muertas para mí. Una bella forma tiene tanta vida en una estación como en otra.

El dandelion (taraxacum officinale) otoñal está todavía brillante.

Ví un viejo hueso en los bosques cubierto con liquen, que parecía el hueso de un antiguo habitante, el cual todavía había sido roído recientemente por un pequeño animal, y claramente distinguí las marcas de sus dientes. Tan infatigable es la naturaleza para descarnar los huesos y convertirlos en polvo. Ningún animal salvaje que deambula puede pasar de largo ante un hueso seco y antiguo sino que debe volver y probar sus dientes sobre él. Un hueso viejo es machacado hasta que se convierte en polvo. La Naturaleza no tiene ninguna compasión de él. Era demasiado viejo para suscitar asociaciones desagradables. Era como un trozo de raíz seca de pino. Sobrevive como la memoria de un hombre. Con el tiempo todo lo que fue personal y ofensivo se desprende.


HDT


(traducción Guillermo Ruiz)
La analogía final entre el hueso y la memoria de esta entrada del diario de Thoreau es poderosa.Primero porque la memoria procedería en su origen de la memoria de los restos preservados o inhumados y luego porque también la memoria, como tejido de sostén, está sujeta a la renovación y al perecimiento.Con todo, sin "memoria" no puede haber cultura humana.El desprendimiento de lo personal y ofensivo no equivale a perecimiento.El hueso sobrevive como la memoria y la memoria sobrevive como el hueso.


Los párrafos previos son una articulación entre la memoria inmediata (las manzanas salvajes, el canto del grillo, las hierbas y el dandelion) y la memoria retrógrada (las manzanas sagradas) o elaborada (el canto del grillo como canto próximo al petirrojo, las formas que no están muertas fuera de su estación).

El tema también se trata en "A week ..." y esta relacionado con Virgilio:

"Es de destacar que los muertos yacen por doquier bajo las lápidas,-“strata jacent passim suo quaeque sub lapide- corpora- (los cuerpos), podríamos decir, si la rima lo permitiera. ("A week ....)

"Strata jacent passim sua quaeque sub arbore poma", pertenece a Virgilio (EglogaVII)








Tuesday, October 12, 2010

LA CANCION DEL VIAJERO, MUSICA






















MUSICA, MUSIC

Lejos de esta atmósfera suena aquella música,

abriendo un hueco azul en las nubes grises,
el del sentido que preside mis años recientes
y roba su frescura al sol de mediodía.
Ah, he recorrido muchos caminos y perdido
el paso seguro, la entera vida alerta
que permaneció jovial para oir lo que entonces pareció
su eco, su propia armonía devuelta
sobre su oído.Ella habla de un espacio mejor,
lejos, muy lejos de las montañas, bosques y nubes
que limitan mi trabajada y baja vida en el valle,
lejos de mi pecado, distante de mi desconfianza,
de cuando por primera vez mi saludable vida matutina
caminó ligeramente como sobre nubes, y todavía no,
mi mediodía cansado, y débilmente impulsado, había decaído
sobre la tierra mientras el día brillante pasaba.
Ultimamente temí que mi vida estuviera vacía, ahora
sé que aunque una frágil posesión
vale la pena recobrarla, si todavía su pobreza
mantiene un huésped tan destacado, y a través
de sus espacios vacíos allí aún suena
el eco de un sonido tan alto;
deberá ser ganada de nuevo y limpiada de faltas
para ser un camino en los aires celestiales;
Quizás el Dios que es dueño
Tenga piedad de este pobre arrendatario aquí
y consienta sus esfuerzos por mejorar
su propiedad y hacerla digna de revertir
de nuevo a El en algún último día.


HDT


(Traducción Guillermo Ruiz)

LA CANCION DEL VIAJERO,VOYAGER'S SON

Río gentil, río gentil,
con la resolución con que fluye tu corriente
muchos valientes que viajaron al Canadá
bravamente proclamaron la jovial canción.

Aquella antigua de nuestros valientes padres,
muchos caídos tiempo atrás,
vogando sobre las aguas mecidas por el viento
pensada para disipar en canción el cuidado.

Ahora el sol está detrás de los sauces,
ahora su reflejo atraviesa el lago,
escuchando las onduladas aguas
el eco despierta canciones líquidas.

Sale Apolo ante nosotros,
allí donde la sturnella comenzó su canto.
Podamos todos en coro atronador
alabar al glorioso rey del día.

Entonces perseguimos nuestra vida con placer,
entonces somos nosotros mientras las horas pasan,
entonces nos rebelamos contra toda medida,
vida jovial nosotros, mientras podamos

HDT

(traducción Guillermo Ruiz)

No se le permita al que tiene fe temer que no tiene oído para la más cambiante y escondida armonía de la creación, si está despierto a la más mínima medida de la virtud y la verdad.Si su pulso no golpea al unísono con los acordes y repeticiones del músico, tiene sincronía con el latido del pulso de las edades.

(HDT, El Servicio, fragmento)

Sunday, October 10, 2010

THOREAU Y CHARLES IVES


Solo regresando por el Marlboro,
Un camino, creo, que podría con seguridad ser autorizado
a los peregrinos del carácter más sagrado.
señalamos, digo, la brillante fruta de la mahonia,
Que crece sin uso sobre nuestra colina y pasto
No menos dulce de ver a pesar de su gusto ácido-
Y en una senda rocosa, que atravesamos
No a lo largo sino en diagonal,
En nuestro peregrinaje santo sobre la colina y el valle,
Recogemos manzanas salvajes del más puro color,
Llenando nuestros bolsillos con entusiasmo,
Excelentes para comer o contemplar
O para tirarse el uno al otro y
A las ardillas como deporte; y después otras cultivadas
Amontonadas en huertos por una pobre mente
Quien no vio sino montones de dólares en su trastienda.
Algo menos domesticadas para ser robadas por nosotros,
Aunque nuestros bolsillos ya estaban repletos.
Y una prueba más ví en la laguna Willis,
A donde habíamos venido a calmar nuestra sed de naturaleza,
La cama del sauce que adorna su orilla
Mezclada con el arándano- el cephalantus y la cesperaceae,
Tocada por la helada, irradió sus llamas escarlatas,
Que sobrepasaron ampliamente todos los tintes orientales
Recordándome la riqueza salvaje de los cielos
Y la del indio rojo que una vez, sobre esta playa,
La contempló, antes de que su último verano se acabara.
Así regresamos desde laguna y la colina Willis,
Ascendí la última y bebí de la primera en calma.

HDT

(traducción Guillermo Ruiz)


Thoreau fue una gran músico, no porque tocara la flauta sino porque no tuvo que ir a Boston para escuchar “la Sinfonía”.El ritmo de su prosa, si no hubiera otra cosa, determinaría su valor como compositor.






Saturday, October 09, 2010

9 DE OCTUBRE DE 2010, THOREAU, MARSH















Quien iguala la urgencia del cobarde
Y aún así todavía inspira al corazón más débil,
Cuya noble fama no se arruina,
Aunque asuma la peor parte.

HDT


El cobarde nunca canta,
No escucha ninguna campana.
No tiene corazón, no tiene lengua,
Para entonar la noble rima.

HDT



(traducción Guillermo Ruiz)


Permítasenos registrar fielmente las impresiones diarias, y depender de ellas, ambos nosotros y el mundo seremos más sabios por ello.

George Perkins Marsh, The Camel



George Perkins Marsh, Man and Nature


The Vail of Kenneth – England c 1872-74 By Robert Crannell Minor

This large pastoral landscape shows the influence of the French Barbizon School on American artists like Minor. The Barbizon artists painted in the open air, and their favored artistic retreat was the Forest of Fontainbleau outside Paris. The “vail” or valley of the River Kennett, in the countryside east of Cambridge, England was the subject of Minor’s painting. Minor spent ten years touring and studying in Europe. He then took up a New York City studio in the 1870s, and painted landscape scenes from the Adirondacks and Connecticut. Frederick and Julia Billings probably purchased this painting from the artist in 1882. In June 1886 Frederick Billings noted that he had “Sent Minor Vale of Kennett to Woodstock [from New York].”

Oil, canvas. 75x126 cm


Marsh-Billings-Rockefeller National Historical Park, MABI 2824

http://www.nps.gov/mabi/planyourvisit/the-forest.htm

Saturday, October 02, 2010

DIARIO 4 DE ENERO DE 1859

DIARIO 4 DE ENERO DE 1859

Veo un largo y ondulante rastro por donde un peromiscus se deslizó sobre la suave nieve la última noche, dejando escasamente una huella.¿Qué sucedería si pudieras presenciar alguna noche, con ojos de lechuza, la delicia de los ratones saltando en el bosque como muchos canguros pequeños?.Aquí vive una multitud con la que solo la imaginación sueña habitualmente.

Un hombre solo recibe lo que está preparado para recibir, bien física, intelectual o moralmente, de la misma manera que los animales engendran su progenie solo en ciertas estaciones. Oímos y aprehendemos solo lo que ya conocemos a medias. Si hay algo que no nos concierne, que está fuera de nuestro camino, que por genio o experiencia no es traído a nuestra atención, no importa lo nuevo o relevante que sea, si es hablado no lo oímos, si es escrito no lo leemos o si lo leemos no nos hace detenernos. Cada hombre por tanto sigue su propio rastro a lo largo de la vida, en todas sus escuchas, lecturas, observaciones y viajes. Sus observaciones constituyen una cadena. El fenómeno o suceso que no puede ser vinculado con sentido con el resto de lo que el ha observado, él no lo ve. Más tarde podemos estar preparados para recibir lo que ahora no podemos recibir. Encuentro por ejemplo en Aristóteles algo acerca de la freza del ¿trisopterus luscus? o de la perca (¿morone americana?) porque sé algo acerca de ello y ha despertado mi atención, pero no descubro hasta mucho después que él hizo otras observaciones igualmente importantes sobre la freza de otros peces, porque no estoy interesado en esos peces.

HDT

(traducción Guillermo Ruiz)